Crónicas bicicletistas de Cusco, la bicicleta turística.


Déjenme advertirles que Cuzco, capital histórica del Perú, es un lugar especial para conocer en cualquiera de sus aspectos. La Roma de las Américas, como se le ha llamado varias veces, le abre los brazos al turismo con un bicicletismo bastante mediocre. No quiero que me interpreten mal, digo mediocre en sentido de calidad media. Los nativos de Cusco no andan en bicicleta, las versiones afirman que es por las calles angostas, empedradas, empinadas y los 3.399 msnm que su altitud delata. A decir verdad, parece acertada, aun así, no se data empericidad conocida al paradigma.
El turismo en este nombrado Patrimonio de la Humanidad parece haberlo abarcado todo. Las bicis no han sido la excepción y parecen usarse solo para dicho fin. Lo curioso de estos alquileres es que todas las bicis son exactamente iguales: Bicicleta marca SCOTT USA aluminio 614 modelo Cross country, suspensión RST, frenos de Disco, accesorios SHIMANO, pero esto no es todo, las exponen en las puertas del local de venta turística y para que no las roben les sacan el sillín. Este novedoso método siempre fue como una leyenda que muy pocos hemos sido dignos de observar.
Respecto a las afueras de la ciudad se observan dos fenómenos del bicicletismo: primos y triciclistas. Los primos hacen flat en los semáforos y pasan la gorra, y los triciclistas son vendedores ambulantes de helados y de frutas y verduras. A veces llevan un poste arriba del manubrio que finaliza con un altavoz de donde sale una voz chillona y reiterativa detallando la rica mercancía que lleva.
Demás está decir que si una chola te vé sacandole fotos te caga a palos.

PRÓXIMA CRÓNICA BICICLETISTA: LIMA, BIENVENIDOS A LA JUNGLA